HORACIO FERRER Y AMELITA BALTAR
Foto: Astor Piazzolla, Amelita Baltar y Horacio Ferrer
Foto: Astor Piazzolla, Amelita Baltar y Horacio Ferrer
En 1968 Piazzolla graba la operita 'María de Buenos Aires' (#80), y con esta obra inicia dos relaciones que marcarían el siguiente período de su carrera. Por un lado comienza su relación artística con Horacio Ferrer (letrista y recitante de 'María de Buenos Aires'), con el que compondría muchos de sus tangos más populares, entre ellos Chiquilín de Bachín, los 3 Preludios y las tres Baladas. En 1969 los espera un éxito masivo con 'Chiquilín de Bachín' y 'Balada para un loco', que forman un binomio editado por duplicado con las voces de Amelita Baltar (#86) y Roberto Goyeneche (#85). Estos dos temas fueron regrabados y reeditados numerosas veces por Piazzolla acompañado de las voces mecionadas o con Mina, Edmonda Aldini, José Ángel Trelles o Milva. Un coronamiento (que no marcó el fin) de esta relación fue la edición del LP 'En persona' (#91) en donde Piazzolla con su bandoneón y Ferrer en recitados registran 10 de los temas compuestos por ellos. La otra relación que surge de 'María de Buenos Aires' es la de Piazzolla con Amelita Baltar (cantante, junto a Héctor de Rosas, de la operita), vínculo artístico y sentimental (Piazzolla se había separado en 1966 de Dedé Wolff, su esposa desde 1942 y madre de sus dos hijos) que duraría 5 años. Juntos grabaron cuatro simples de 33rpm y tres LP, más un par de piezas que luego aparecieron en recopilaciones. Paralelamente Piazzolla sigue con su actividad en el Quinteto, con el cual graba una serie de discos memorables, entre los cuales se destaca el concierto en el Teatro Regina (#89) donde se interpretan las 4 estaciones porteñas. También compuso música de películas y tuvo una frustrada incursión en el folclore junto a Eduardo Lagos, que quedó reducida a participación especial en dos temas.