PIAZZOLLA SINFÓNICO
Foto: Piazzolla junto a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colón
La inclinación de Piazzolla hacia las obras sinfónicas viene desde antes de que se lo viera en el escenario con su bandoneón, acompañando a una orquesta típica en la interpretación de tangos tradicionales. A los doce años ya era un admirador de Bach, y en 1943 comienza con las composiciones de carácter 'erudito', como la 'Suite para cuerdas y arpa'. Con el tiempo fue tiñendo al tango con colores que no le eran propios, pero su pasión por la música clásica o de cámara la siguió ejerciendo como compositor, y no como ejecutante. El equilibrio lo encuentra cuando decide no introducir elementos clásicos al tango, sino llevar el bandoneón a una orquesta sinfónica. Su obra 'Buenos Aires (tres movimientos)', con la que ganó la beca para estudiar en París, fue presentada en la Facultad de Derecho de Buenos Aires por la Orquesta Sinfónica de Radio del Estado, y provocó una fuerte discusión (que terminó a las trompadas) por el rechazo de cierto 'sector culto' hacia la inclusión del bandoneón en la obra sinfónica. Su Conjunto 9, breve en espacio de tiempo, fue fundamental para el desarrollo de esta faceta de Piazzolla, ya que con esta agrupación comienza a componer las primeras obras sinfónicas para bandoneón. La primer pieza grabada de Piazzolla en formato sinfónico es 'Adiós Nonino' (en #136), que data de 1981, y se puede apreciar a su bandoneón junto a la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de Simón Blech. Ese mismo año presenta la pieza de cámara 'Suite Punta del Este', junto a la Orquesta de Cámara de Caracas, bajo la dirección de Aldemaro Romero. Es un paso importante ya que esta obra fue concebida como pieza de cámara, a diferencia de 'Adiós Nonino' que fue arreglada para adaptarla al formato sinfónico. Lamentablemente esta pieza sólo aparece en un disco póstumo (#157) de muy baja calidad de sonido (un audio sucio donde se escuchan hasta toces), pero es rico como testimonio. El primer concierto de formato sinfónico que quedó registrado es el del Teatro Colón de 1983 (#145/ #146). Piazzolla había rearmado su Conjunto 9 para esta presentación y se suma la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires para interpretar 'Adiós Nonino', 'Concierto de nácar' y 'Concierto para bandoneón', bajo la dirección de Pedro Ignacio Calderón. En 1983 registra el único disco sinfónico grabado en estudios, 'Aconcagua/ Tres Tangos' (#148), junto a The SWF Rundfunkorchester, bajo la dirección de Emerich Smola, e interpretan 'Concierto para bandoneón' (renombrada 'Aconcagua') y 'Tres tangos', pero este disco recién se edita recién en 1994, tal vez por los mismos obstáculos legales que llevaron al cambio de nombre de la pieza. En 1985 se presenta en el Quinto festival Internacional de Guitarra e interpreta 'Adiós Nonino' y 'Concerto pour bandoneon et guitare Homagge a Liège' junto a la Orchestre Philharmonique de Liègeet y Cacho Tirao en guitarra, bajo la dirección de Léo Brouwer. Éste es el primer disco sinfónico que no es editado póstumamente (#163). En 1987, en el auditorio de Princeton University, Astor Piazzolla junto a Orchestra of St. Luke's y la dirección de Lalo Schifrin, registran 'Concierto para bandoneón' y 'Tres tangos para bandoneón y orquesta', saliendo a la venta al año siguiente (#172), adelantándose al postergado 'Aconcagua/ Tres tangos' que incluía las mismas piezas. La fatalidad quiso que en 1990 se registrara, en Atenas, de nuevo esta dupla de piezas, esta vez acompañado por The Athens Colours Orchestra, bajo la dirección de Manos Hadjidakis, siendo éste el último registro de Piazzolla (#181) y, según Laura Escalada de Piazzolla, su último concierto. Es decir que Piazzolla se despidió de nosotros con un concierto sinfónico.